El mercado inmobiliario chileno enfrenta una de sus creencias más erróneas: que el bono pie infla los precios de las propiedades. Esta falsa percepción ha sido un mito persistente que, según Rodrigo Barrientos, líder de la comunidad Gen Proactivo, ha causado confusión entre inversionistas y vendedores en el país. Barrientos explica que la confusión sobre el bono pie proviene de la falta de entendimiento en su funcionamiento, sobre todo por parte de inmobiliarias y vendedores que, al no saber calcularlo correctamente, terminan inflando innecesariamente los precios.
El bono pie, según Barrientos, puede ser una herramienta beneficiosa para los compradores, siempre y cuando se utilice correctamente. Explica que el “verdadero bono pie” no incrementa el precio de la propiedad, sino que la ajusta al valor de mercado y ofrece un descuento que beneficia al comprador, permitiéndole acceder a un mayor financiamiento. Por otro lado, el “falso bono pie”, aunque no tiene malas intenciones, surge cuando el bono es mal calculado, llevando a un sobreprecio que puede poner en riesgo la aprobación del crédito hipotecario, ya que el banco podría requerir una tasación dentro del rango de precios del mercado.
Barrientos señala que el bono pie, en su uso adecuado, puede representar un gran beneficio al comprador, ya que traslada una parte del precio de la propiedad al financiamiento del crédito hipotecario, lo que permite una mayor capacidad de compra sin poner un desembolso inicial tan alto. Sin embargo, advierte que el mal uso de esta herramienta genera una burbuja de precios que perjudica tanto a compradores como a vendedores. Por ejemplo, si una propiedad tiene un precio de mercado de 3.000 UF y el vendedor aplica un bono pie mal calculado, el precio puede elevarse a 3.300 UF, lo que pone en peligro la aprobación del crédito.
Por fortuna, Barrientos menciona que los inversionistas tienen ahora a su disposición diversas herramientas tecnológicas para verificar si una propiedad tiene un sobreprecio, desde plataformas en línea hasta servicios de tasación digital. Esto les permitirá tomar decisiones más informadas y evitar caer en los riesgos de los “falsos bonos pie”.
Mirando hacia el futuro, Barrientos destaca que el mercado inmobiliario chileno está cambiando, y aunque la escasez de propiedades y la crisis en la industria están afectando el desarrollo de nuevos proyectos, aquellos que comprendan cómo funcionan las herramientas como el bono pie y sepan identificar oportunidades reales en el mercado tendrán una ventaja significativa hacia la libertad financiera.