“Actualmente, los hombres están más conscientes de su cuidado y comenzaron a demandar a la industria productos específicos para sus necesidades”.
Hace 20 años, los únicos aliados en el cuidado personal del hombre eran el jabón y la loción para después de afeitarse. Sin embargo, ha quedado atrás la época del hombre con rostro seco, curtido o surcado de arrugas. Hoy ellos también quieren lucir una piel tersa, luminosa y joven sin perder una pizca de masculinidad.
“Actualmente, los hombres están más conscientes de su cuidado y comenzaron a demandar a la industria productos específicos para sus necesidades”, comenta Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada. Sin embargo, agrega que “muchos de ellos aún mantienen rutinas perjudiciales para su bienestar, por lo que es importante que conozcan los problemas más habituales que los aquejan y cómo deben ser tratados”.
La especialista señala que lo primero que se debe tener en cuenta son las diferencias fisiológicas entre la piel del hombre y la mujer. “La piel masculina tiene más colágeno y elastina, lo que la hace más gruesa. Por lo tanto, con mayor firmeza y tonicidad, manteniendo un aspecto más juvenil por más tiempo. Las arrugas demoran en aparecer, pero cuando lo hacen, son más profundas y acentuadas que en las mujeres”, comenta Molina.
Asimismo, existe una mayor densidad de las glándulas sebáceas, protegiéndola de la deshidratación pero haciéndola más propensa a la obstrucción de poros y el acné, y un sistema piloso más desarrollado, por lo que el afeitado puede causar micro lesiones e irritación.
Por esto, es importante que los hombres sigan estos consejos:
Finalmente, siempre hay que considerar que existen acciones básicas para mantener la salud de la piel, ya sea en hombres y mujeres. Una de ellas es el uso de fotoprotectores diariamente, elemento que suele estar fuera de las rutinas de cuidado masculinas. “El hombre también necesita cuidar la piel de los rayos ultravioleta, independiente si trabaja en la calle o dentro de una oficina”, revela la facultativa.
Otra es la alimentación, evitando sustancias como el alcohol, el tabaco, la sal y las comidas grasas. Por el contrario, existen nutrientes que ayudarán a cuidar la piel desde adentro, además de beber dos a tres litro de agua diariamente. “El calcio, por ejemplo, ayuda a hidratar y proteger la piel, regulando la queratina. Asimismo, el manganeso y la vitamina C hidratan, tonifican y devuelven un buen aspecto a la piel”, finiquita la facultativa. No obstante, si existe una agudización o estos problemas persisten, siempre será recomendable consultar con un especialista.