Aquí, algunos puntos que lo demuestran. La rebaja en el impuesto a la renta: alivio de corto plazo y con impacto mínimo, ya que el incremento de impuestos anunciado en el futuro, evitará que la tasa baja se aplique a los proyectos de inversión.
Por otro lado, el fondo de segundo piso de US$70 millones anunciado por la CORFO para refinanciar créditos bancarios de las Pymes, incentivar uso de Hidrógeno Verde y al Plan Chile Apoya, equivalen al 0.0002% del PIB, cifra que para dos millones de Pymes que podrían acceder a éstas a través del factoring, no tendrá ningún efecto, sin considerar lo difícil que es postular a CORFO y más difícil, adjudicárselo.
En este marco uno se pregunta si es necesaria la reforma tributaria con tanta urgencia, ya que estamos viendo el impacto de la recesión en toda la economía y -por supuesto- en las Pymes.
Sería positivo extender la reducción en el impuesto de primera categoría para las Pymes por dos años, dado que en 2022 se termina la reducción transitoria desde 25% a 10% de este impuesto para las empresas de menor tamaño, elevándose a 15% en 2023, y a 20% en 2024.
Las Pymes sostienen a Chile. Incentivar su crecimiento no sólo impacta en un pequeño negocio, repercute en un país completo.