Salud
Metropolitana de Santiago | Santiago | Santiago - Publicado hace 15 dias

Cuándo considerar la hospitalización ante un trastorno de salud mental

Nacional Cuándo considerar la hospitalización ante un trastorno de  salud mental
#8160 | 07 de Noviembre del 2024
Ante síntomas graves como autolesiones, agresividad severa o trastornos psicóticos, la hospitalización ofrece un entorno seguro y especializado para abordar el bienestar emocional de niños y adolescentes.

La hospitalización psiquiátrica es un recurso
fundamental en el tratamiento de ciertos trastornos de salud mental, especialmente cuando
la vida y el bienestar de la persona están en riesgo. Aunque es una decisión que puede
resultar difícil para muchas familias, internar a un niño o adolescente en un hospital
psiquiátrico puede ser crucial para abordar situaciones complejas y ofrecer una atención
especializada y segura.
“En el pasado las morbo mortalidades de los niños tenían que ver más con las infecciones y
en la actualidad el problema de salud más emergente del presente y que se ve con
tendencia al futuro son los problemas de salud mental. La 3ra o 4ta causa de mortalidad en
los jóvenes el suicidio entonces es un problema de salud pública muy relevante”, comparte
la doctora Mariana Labbé de la Clínica Mirandes de Grupo Cetep.
Hospital de día
Para quienes buscan una alternativa a la hospitalización en salud mental, el Hospital de día
de Grupo Cetep proporciona un programa de atención intensiva que combina la flexibilidad
de un tratamiento diurno con la eficacia de intervenciones especializadas. Este modelo de
atención permite que los pacientes reciban un tratamiento multidisciplinario y ajustado a sus
necesidades individuales, mediante una combinación de intervenciones grupales e
individuales diseñadas para promover su bienestar integral. Gracias a la posibilidad de
regresar al hogar cada día, el Hospital de día facilita que los pacientes mantengan un
equilibrio entre su proceso terapéutico y la vida en su entorno familiar, logrando una mayor
satisfacción y una mejor evolución en su tratamiento de salud mental.
¿Cuándo se recomienda la hospitalización psiquiátrica en menores?
Los especialistas recomiendan la hospitalización cuando el trastorno de salud mental del
niño o adolescente es severo, persistente y no mejora con los tratamientos ambulatorios. La
doctora Labbe comparte algunos de los casos más comunes que pueden llevar a considerar
una internación son:
● Riesgo de autolesiones o suicidio: Si un menor manifiesta conductas
autodestructivas o ha intentado hacerse daño, la hospitalización es fundamental
para proteger su vida y brindarle atención médica y terapéutica de emergencia.

● Comportamientos agresivos hacia otros: En situaciones donde el menor muestra
agresividad intensa que pone en riesgo la seguridad de su entorno, una internación
permite mantener un ambiente controlado donde pueda recibir ayuda.
● Episodios psicóticos o alucinaciones: Cuando un niño experimenta alucinaciones,
pensamientos desorganizados o pérdida de contacto con la realidad, el ingreso a un
hospital psiquiátrico garantiza una observación continua y un tratamiento ajustado a
sus necesidades.
● Síntomas graves de ansiedad o depresión: En casos de ansiedad o depresión que
afectan drásticamente su funcionamiento diario, su desempeño escolar y su vida
social, y que no han mejorado con tratamientos ambulatorios, la hospitalización
puede proporcionar una intervención intensiva.
● Trastornos de la conducta alimentaria severos: En situaciones donde existen
síntomas graves de anorexia, bulimia u otro trastorno alimentario, la hospitalización
ayuda a estabilizar la salud física y abordar los factores emocionales y psicológicos
que subyacen a estos trastornos.
¿Cómo se lleva a cabo una hospitalización psiquiátrica?
La hospitalización psiquiátrica comienza con una evaluación completa del menor,
considerando su historial clínico, síntomas y entorno familiar. Luego, se diseña un plan de
tratamiento que puede incluir psicoterapia intensiva, terapia ocupacional y, en algunos
casos, medicación.
Durante la hospitalización, el menor recibe atención constante de un equipo especializado, y
la familia participa en el proceso para facilitar su recuperación. Aunque puede parecer
intimidante, esta intervención es clave para estabilizar y proteger a menores en situaciones
críticas, orientándose hacia un desarrollo saludable.