El aceite de coco es uno de los productos más versátiles y populares en la actualidad, debido a sus múltiples beneficios para la salud, siendo muy utilizado en la industria de la alimentación, cosmética y medicina natural. Extraído de la pulpa del coco, este producto contiene una combinación de ácidos grasos que, según diversos estudios, tienen efectos antimicrobianos, antiinflamatorios y antioxidantes, los cuales pueden ayudar a reducir la inflamación, además de mejorar la salud de la piel y el cabello.
Es por esto que, en los últimos años, el uso de este producto ha cobrado relevancia como suplemento en la dieta de mascotas, especialmente en perros y gatos, debido a sus ácidos grasos esenciales y otros nutrientes. Estos componentes pueden contribuir a la salud de la piel, fortalecer el sistema inmunológico, favorecer la digestión, entre otros beneficios.
Al respecto, Matías Manosalva, médico veterinario y profesor en la plataforma Superprof, señala que “uno de los principales beneficios descritos por colegas que han estudiado el uso del aceite de coco es su potencial efecto antiinflamatorio en el tracto gastrointestinal. Algunas mascotas padecen de enfermedad inflamatoria intestinal, y se ha encontrado que el aceite de coco puede ser un complemento útil en su tratamiento, aunque nunca debe usarse como terapia principal. También se observan beneficios en la piel, como la mejora en la cicatrización de heridas y en casos de dermatitis atópica."
Principales beneficios
Gran parte de la información sobre el uso del aceite de coco en mascotas proviene de estudios preliminares en veterinaria y nutrición animal. Sin embargo, estos son algunos de los beneficios que puede proporcionar:
Salud de la piel y el pelaje: Gracias a sus propiedades hidratantes, el aceite de coco ayuda a aliviar la piel seca, reducir la irritación y combatir infecciones menores causadas por hongos o bacterias.
Refuerzo del sistema inmunológico: El aceite de coco, rico en ácido láurico con propiedades antimicrobianas y antivirales, puede fortalecer el sistema inmunológico de las mascotas.
Mejora de la digestión y el metabolismo: En cantidades moderadas, también es fácil de digerir, favoreciendo la absorción de nutrientes, el control de peso y reducción de molestias digestivas.
Cabe destacar que, tanto perros como gatos son sensibles a los cambios en su dieta y a productos tópicos. Por ello, es fundamental consultar siempre con el veterinario de cabecera sobre la dosis y la forma de administración adecuada, puesto que “el aceite de coco, por su alta concentración de grasas (más del 90%), puede incrementar los niveles de colesterol y triglicéridos, lo cual es especialmente relevante en mascotas con sobrepeso. En el caso de aplicación en la piel, algunos animales pueden presentar irritación o alergias”, advierte el especialista.
Por lo mismo, se recomienda utilizar aceite de coco lo menos procesado posible, optando por variedades orgánicas, de origen virgen y prensadas en frío (tipo de extracción donde el coco se procesa sin calor o con temperaturas muy bajas, permitiendo conservar sus nutrientes), para asegurar su pureza y maximizar sus beneficios.