El informe, realizado con 1.079 estudiantes, encontró que el 74% presenta problemas de sueño. Entre los factores detectados están:
La investigación también reveló que el 93% de los encuestados no realiza actividad física regular, aumentando el riesgo de padecer enfermedades crónicas como obesidad, hipertensión, diabetes, ansiedad y depresión. Estas condiciones, sumadas a un mal descanso, afectan negativamente el bienestar general y el rendimiento académico.
Samuel Durán, académico de la USS y líder del estudio, destacó que “una buena alimentación, que incluya cenas y desayunos saludables con frutas y verduras, es fundamental para mejorar la calidad del sueño en los universitarios”.
Durán también señaló que adoptar una rutina que combine una alimentación balanceada, actividad física regular y un adecuado descanso es clave para un rendimiento académico óptimo y una mejor calidad de vida en esta etapa de formación.
La investigación pone en evidencia la importancia de promover hábitos saludables entre los universitarios para asegurar su bienestar integral y rendimiento académico.