Reducir las brechas de acceso a la salud dental y aliviar la lista de espera de atención municipal ha sido la meta del Programa de Salud Bucodental, impulsado y materializado por Camanchaca junto a la Universidad San Sebastián que, en su tercera versión, reafirmó su liderazgo como el programa odontológico gratuito más grande del Biobío y un modelo de colaboración social a nivel nacional.
Entre agosto y diciembre, un equipo compuesto por cerca de 20 odontólogos y asistentes dentales realizó más de 8.960 atenciones clínicas a más de 1.380 personas, utilizando 16 modernos box en las comunas de Coronel, Talcahuano y Tomé. Por primera vez, Bomberos de la región fueron beneficiados, sumándose a esta cruzada que impacta positivamente a las comunidades donde la empresa pesquera y acuicultora tiene operaciones en el Biobío.
Una respuesta a la crisis de salud dental
En Chile la salud dental enfrenta una crisis silenciosa y los números son alarmantes de acuerdo a la plataforma del Ministerio de Salud, la que a junio de este año, tenía un número de casos en Lista de Espera No GES para consultas odontológicas de 490.965, una inmensa demanda insatisfecha.
Sumado a ello, las estadísticas entregadas en el Plan Nacional de Salud Bucal 2021-2023 del MINSAL, dieron cuenta que a partir de los 2 años de edad los niños comienzan a presentar caries, cifras que aumentan con el correr de los años. La prevalencia de caries a los 12 años es de 62,5% aumentando con la edad hasta llegar a un 99,4% en adultos de 65 a 74 años.
De ahí que la iniciativa impulsada por Camanchaca y la USS representa una oportunidad única para las personas y familias que por recursos u otros motivos, han postergado el cuidado de su salud bucal.
“Nuestro propósito en Camanchaca es ayudar al desafío de alimentar desde el mar a un mundo que necesita urgentemente soluciones sustentables y nutritivas. Pero no podemos desentendernos del drama de la salud pública en Chile que no está dando soluciones. Por eso, hemos definido que haremos una diferencia en mejorar la salud bucal en las comunidades donde tenemos mucha presencia. Acceder a un tratamiento dental genera un impacto no solo de salud, sino psicológico y social significativo; con este programa gratuito que desarrollamos por tercer año consecutivo, generamos una ayuda concreta a los vecinos y también contribuimos a descongestionar la red asistencial de salud primaria de las comunas donde estamos presentes”, indicó Ricardo Garcia Holtz, gerente General de Camanchaca.
El ejecutivo agregó que “a pesar que nuestra pesca industrial del Biobío se encuentra gravemente amenazada por propuestas de cambios legislativos que traerían cierre de plantas, desempleo y un complejo escenario para comunas que viven de esta actividad, creemos que este tipo de trabajo con las comunidades es una muestra más del positivo impacto que dejamos en los territorios, a lo cual se le suma todo el empleo formal, los desarrollos para las pymes, los pagos al fisco en impuestos, entre otras contribuciones. Acabar con la industria pesquera no da lo mismo”.
Por su parte, la jefa de Vinculación con el Medio de la Universidad San Sebastián, Magdalena Concha, destacó que, “este programa busca darle la oportunidad a nuestros recién egresados de generar experiencia. Quienes trabajaron postularon, fueron a distintas entrevistas y finalmente se seleccionaron para trabajar en este programa durante los distintos años. Para nosotros la alianza junto a Camanchaca es muy importante porque nos permite poner en marcha y hacer realidad este programa de salud bucodental. La idea ahora es poder entregar toda esa información a los distintos departamentos de salud municipales para que pueda generar también un impacto en las listas de espera”.
Volver a sonreír
Cristian Parra, es realizador audiovisual y acudió al programa dental en Tomé sin muchas expectativas, pero en la iniciativa encontró una oportunidad para transformar su vida tras superar un problema de consumo de drogas que afectó gravemente su salud bucal. Con optimismo y nuevas motivaciones, como la inminente llegada de su primer hijo, Cristian relató cómo su nueva sonrisa representa un gran paso en su vida, cambio que no solo mejoró su autoestima, permitiéndole sonreír y cuidarse nuevamente, sino que también le dio fuerzas para mirar al futuro con confianza.
“Volver a sonreír es un gran paso para cumplir ese objetivo, y para mejor, ayer me enteré que voy a ser papá, así que ya tengo una sonrisa para recibirlo/a de oreja a oreja cuando llegue. Ahora estoy feliz, me miro todos los días al espejo, sonrío e incluso me lavo los dientes como 10 veces al día”, comentó, al tiempo que valoró que compañías con arraigo en el territorio dispongan de instancias como esta.
“El hecho de que ofrezcan una atención odontológica de calidad, sin costo alguno, y que incluya un servicio completo, da a entender que la preocupación por la gente es real”, concluyó.
Durante los años en que se ha desarrollado el Programa de Salud Dental, este se ha coordinado con la Unión Comunal de Juntas de Vecinos de cada una de las comunas partícipes, reflejando una colaboración estrecha entre el sector privado y la comunidad. En concreto, el programa logró entregar un 95% de altas clínicas, junto con la posibilidad de continuar los tratamientos con profesionales de la USS, lo que significó una nueva oportunidad para sonreír para los habitantes de estas tres comunas pesqueras de la región.