Los desafíos, pero en especial las oportunidades que puede generar el cambio climático en la fruticultura de Ñuble, es el tema que aborda el programa que ejecutará INIA Quilamapu con el apoyo del Gobierno Regional de Ñuble. Iniciativa que fue valorada por el Director Nacional de INIA, Carlos Furche, en la reunión que sostuvo con el Gobernador Óscar Crisóstomo, donde analizaron también la coyuntura de mediano y largo plazo respecto de la agricultura de la región, como uno de los motores principales en la generación de desarrollo y trabajo.
El programa Transferencia Fruticultura Sostenible y Resiliente al Cambio Climático para la Región de Ñuble, implica una inversión por parte del Gobierno Regional de más de $2.585 millones a lo que se suma un aporte sectorial de $1.044 millones. La propuesta consiste en contribuir al desarrollo productivo sostenible de nuevas técnicas para las variedades existentes de castaña y papayos; además de la incorporación de especies con alto potencial comercial como el pistacho, macadamia y calafate.
Junto con señalar que para Ñuble es un orgullo tener un instituto de investigación de estas características que ha aportado tanto al desarrollo agrícola del país y de la región, el Gobernador Crisóstomo destacó que “tenemos una alianza muy fuerte que se ha ido generando y que además ha permitido hoy tener uno de los convenios más grandes que tiene Chile para ampliar la gama frutícola de nuestra región. Es un trabajo que ya se está desarrollando, estamos en un proceso de investigación y de transferencias con agricultores de la zona”. Y detalló que “la nueva realidad de la región nos abre un camino de oportunidades para poder seguir desarrollando el área frutícola, así como en alguna oportunidad lo hicimos con el arándano, el cerezo, que son frutales muy fuertes productivamente y que le da mucho trabajo y mucho desarrollo económico a Ñuble. Hoy también hay nuevas variedades y especies que nos van a permitir en una mirada de mediano y largo plazo brindarles esa oportunidad a los agricultores de la región”.
Por su parte, Carlos Furche, quien asumió hace poco tiempo la dirección nacional del INIA, señaló que “este es el convenio más significativo entre INIA y algún Gobierno Regional en nuestro país, y en ese sentido cabe destacar de que la agricultura en Ñuble es y continuará siendo, sin duda alguna, por próximas décadas uno de los motores, no el único, pero uno de los motores principales del desarrollo de esta zona, de generación de empleo, de generación de divisas, de generación de oportunidades para su gente”. En ese sentido, indicó “es de todo interés del Gobierno Regional y de nosotros apoyar ese esfuerzo, en una mirada que vaya un poco más allá de la coyuntura, de mediano plazo, de largo plazo, generar líneas de trabajo que permitan ir adecuándonos a los desafíos, pero también a las oportunidades que abre el cambio climático. Y al hecho de que en algunos años más, en esta región estarán en operación algunos de los principales proyectos de inversión en materia de acumulación de agua y, por tanto, habrá posibilidades de una agricultura intensiva, mucho más amplia y en más comunas de las que tenemos hoy día”.
El programa que está en ejecución considera capacitaciones y transferencia tecnológica a través del desarrollo de tres componentes: primero el diagnóstico y validación local participativa de manejos agronómicos de especies resilientes al cambio climático; segundo, fortalecer el capital humano regional con competencias de producción sustentable, actualizadas y competitivas. Y tercero, difundir los alcances y resultados del programa en los agricultores.