Respaldan que se explicite en etiquetas y envases si un alimento contiene o no gluten
Con el fin de permitir un acceso seguro a los alimentos, la Sala de la Cámara respaldó en forma unánime, con 140 votos, la iniciativa que incorpora a la enfermedad celiaca y al gluten en la normativa sobre composición nutricional y su rotulación (boletín 12906).
El proyecto, iniciado en moción de diputados y diputadas, volvió a la Cámara luego de ser modificado en el Senado, que introdujo cambios menores, más bien de redacción, lo que fueron aprobados en tercer trámite. Con ello, la iniciativa se despacha a ley.
El objetivo de la propuesta es modificar la legislación vigente en materia de composición nutricional de los alimentos (Ley 20.606), con la finalidad de hacer visible en el rotulado, la existencia de gluten en ellos, así como resaltar en forma expresa la condición de aquellos que no lo contienen, con el fin de permitir un acceso más fácil y seguro a los alimentos exentos de dicho componente, para aquellas personas que padecen de enfermedad celíaca.
Entre sus antecedentes, se señala que dicha patología afecta al 1% de la población. Es una intolerancia permanente al gluten, que es una proteína presente en el trigo, el centeno y la cebada, que produce una condición inflamatoria crónica en el intestino delgado y una inadecuada absorción de los nutrientes de los alimentos.
El proyecto apunta a transparentar la presencia de gluten en los alimentos estableciendo que los alimentos deberán informar si son libres de gluten, cumplir con el reglamento sanitario y contar con un programa de buenas prácticas de fabricación.
Los alimentos procesados que no contengan gluten se etiquetarán mediante la expresión “libre de gluten”, acompañada de un logo o símbolo de una espiga tachada, que debe ir en la parte frontal del envase para garantizar su visibilidad. Además, se deberá advertir e informar a los integrantes de la comunidad escolar, sobre las intolerancias alimentarias, enfermedad celiaca y alergias alimentarias.
Los establecimientos que vendan, expendan, comercialicen o distribuyan alimentos, bebidas, refrescos o jugos preparados para consumo humano deberán informar la cantidad de calorías de los alimentos que expendan. Asimismo, si expenden alimentos “libres de gluten” deberán informarlo de acuerdo a lo dispuesto en esta ley.
Los comercios que vendan alimentos envasados secos -que serán definidos por un reglamento sanitarios de los alimentos- y etiquetados como libres de gluten deberán disponerse en góndolas exclusivas para su oferta, debiendo resguardar la posibilidad de contaminación cruzada. Sin embargo, se exceptúa de esta norma a las micros y pequeñas empresas.
En las licitaciones que tengan por objeto proveer de servicios de alimentación a establecimientos de educación parvularia, básica y media, administrados por la Junta Nacional de Auxilio Escolar y Becas (Junaeb) y en establecimientos de educación superior y de formación técnico profesional o similares que contengan canjes asociados a la beca BAES, se deberán contemplar servicios de alimentación para los estudiantes que padezcan enfermedades por intolerancias y alergias alimentarias, así como enfermedad celíaca.
También se considera el punto anterior en bases de licitación de establecimientos de salud pública, penitenciarios, casinos y cafeterías de organismos del Estado.
En el caso de la Junaeb, un reglamento que deberá dictarse en 90 días de publicada la ley, regulará el tipo de alimento que deberá ser entregado por el proveedor. Estableciendo un servicio de régimen especial para aquellos estudiantes que padezcan celiaquía.
En la discusión del proyecto intervinieron las y los diputados PPD Ricardo Celis (principal promotor de la iniciativa) y Carolina Marzán; independientes Patricio Rosas y Pedro Velásquez; PC Marisela Santibáñez y PS Fidel Espinoza.
Las y los legisladores apuntaron a las dificultades que hoy tienen los pacientes que presentan esta condición para ser diagnosticados -proceso que tarda hasta cuatro años- de una enfermedad que no tiene tratamiento con medicamentos y que solo a través de la dieta se puede sobrellevar.
También se resaltó el alto costo de dichos alimentos y la insuficiente información que posee el etiquetado nutricional, lo que puede perjudicar a los celiacos por consumo de alimentos contaminados de gluten.
Por ello, destacaron la importancia de educar sobre enfermedades digestivas relacionadas al gluten, el rol del Estado en la nutrición de los estudiantes y que, mediante esta norma, se incluyan menús especiales en la alimentación otorgada por la Junaeb para este tipo de pacientes.