Además, la Administradora Montti, nombrada representante del alcalde ante el Comité Bipartito encargado de elaborar la propuesta de la nueva planta, dejó que se agotaran los plazos, lo que obligó al alcalde a presentar la documentación en una carrera contra el reloj, con la clara intención de que los concejales no contaran con el tiempo suficiente para conocer su contenido y estudiarla en conformidad con su rol fiscalizador.
Sin embargo, en una rápida revisión, los concejales se dieron cuenta de que la propuesta del alcalde y su administradora no cumplían con los estándares mínimos que exige la ley, por lo que fue imposible su aprobación. Los cargos creados en la propuesta no contenían explicación ni análisis que justificaran su creación, lo que hacía imposible que los actuales funcionarios municipales de planta pudieran ascender de grado por mérito, eliminando en la práctica la carrera funcionaria.
Además, los cargos creados no reflejaban las necesidades reales de la comuna expresadas en el Plan de Desarrollo Comunal (PLADECO), uno de los cinco instrumentos que debieron ser considerados al momento de elaborar la propuesta.
La falta de seriedad y desprolijidad llegó al punto de que el expediente entregado contenía actas del Comité Bipartito sin la firma de los representantes del alcalde, encabezado por la Administradora Montti.