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Medicamentos y sol: una mezcla que puede resultar perjudicial

Lifestyle Medicamentos y sol: una mezcla que puede resultar perjudicial
#7287 | 03 de Enero del 2024
Que ciertos medicamentos provoquen reacciones si se exponen a la luz del sol es desconocido para muchas personas. Por esto, es clave conocer los efectos de la luz sobre ellos. ¿Se afecta su efectividad? ¿Hay riesgos? Acá te lo explicamos.

Los estudios nos van entregando información acerca de ciertos medicamentos y la forma de
consumirlos. Por ejemplo, sabemos que los antiinflamatorios deben tomarse después de las
comidas, que hay medicamentos para tratar alergias que pueden provocar sueño, o que si se está
ingiriendo algún tratamiento para dormir, éste debe tomarse de 20 a 30 minutos antes de
acostarse. Sin embargo, pocos saben que la luz es un factor que puede afectar a ciertos fármacos,
ya sea en su composición o generando una eventual reacción adversa si son consumidos.
Paula Molina, químico farmacéutico de Farmacias Ahumada, señala que es importante conocerlos
para poder tomar las precauciones del caso, sobre todo en esta época del año. Por una parte,
están los medicamentos fotosensibles, cuya estabilidad puede alterarse al estar expuestos a la luz
directa, tanto artificial como natural. “Vale decir, si no se conservan adecuadamente, sus
propiedades físico-químicas y farmacológicas pueden verse afectadas, lo que generará la pérdida
de eficacia del medicamento o producir compuestos tóxicos para el organismo”, añade.
Este tipo de medicamentos vienen en envases opacos o de color ámbar, para evitar que penetre la
luz, por lo que se recomienda que permanezcan en sus envases hasta el momento de la
administración. “En este grupo podemos encontrar una variedad amplia de antibióticos y
antifúngicos, algunos diuréticos como la furosemida -utilizado para tratar edemas o la retención
de líquido en pacientes cardiacos o hipertensos-, ansiolíticos y algunos medicamentos
antipsicóticos convencionales”, indica la farmacéutica. Para estos medicamentos, que se alteran si
son expuestos a la luz (artificial o natural), es muy importante seguir las recomendaciones del
fabricante respecto de su almacenamiento.
Por otro lado, están los medicamentos foto-sensibilizantes, aquellos que al ser consumidos o
aplicados pueden provocar una reacción anormal en nuestro organismo tras exponernos a la luz
solar o artificial. Si bien su ocurrencia no es demasiado frecuente, puede tener efectos graves en la
piel, si la exposición al sol es elevada y la fototoxicidad es alta.
“Estos fármacos producen un efecto de fotosensibilidad en nuestra piel, una reacción desmedida
que puede presentarse a través de quemaduras, sarpullidos, picazón, urticaria o ampollas al
exponerse a los rayos ultravioleta. Esta reacción puede manifestarse como una fototoxicidad o
fotoalergia”, subraya Molina.
La farmacéutica revela que, en el primer caso, se presentan lesiones similares a los de una
quemadura por sol (ardor, urticaria y hasta ampollas), apareciendo a los pocos minutos u horas de
exposición, en zonas que han sido expuestas directamente. Si esto llegase a pasar, es
recomendable consultar con un médico. Por otro lado, las fotoalergias son menos frecuentes y,
además, intervienen otros factores como ciertas predisposiciones. A diferencia de las primeras, se
presentarían de forma más tardía, no sólo en las partes expuestas directamente a los rayos UV, y
como una dermatitis de contacto, eczema o erupción, causando hinchazón y mucho picor.

Los más comunes
De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud (OMS), existen más de 300 medicamentos
foto-sensibilizantes con información disponible y, a pesar de lo que se pudiese pensar, muchos de
éstos son fármacos de venta libre y de uso común. Por eso, la especialista hace hincapié en que “el
paciente debe informarse o consultar al médico tratante o su farmacéutico sobre las
características de los medicamentos que se consumen para tomar las precauciones necesarias”.
Algunos de los más comunes son antiinflamatorios como el ibuprofeno, diclofenaco, ketoprofeno
o naproxeno; anticonceptivos orales con presencia de estradiol, levonorgestrel o etinilestradiol;
algunos fármacos para manejo de enfermedades cardiovasculares como el losartán o enalapril,
antihistamínicos como la loratadina, clorfenamina o difenhidramina; ansiolíticos como el
diazepam; antidepresivos como la sertralina y una seria de antibióticos como ciprofloxacino,
azitromicina o norfloxacino. Por esto, es importante que si se está en tratamiento con estos
fármacos consulte a su médico tratante antes de exponerse a la luz solar y se evite la
automedicación”, advierte Molina.
Pese a que no todas las personas que siguen un tratamiento con estos medicamentos sufrirán
reacciones de fotosensibilidad, es importante tomar precauciones y seguir simples consejos. “Por
ejemplo, si la ingesta recomendada del medicamento es una vez al día, lo mejor es hacerlo
durante la noche, para que la concentración del principio activo en la piel sea menor durante las
horas de luz y exposición”, añade la facultativa. Asimismo, es fundamental el uso y buena
aplicación de un protector solar (siempre de 30 FPS o más), evitar exponerse al sol en las horas
donde los rayos caen de forma directa, y utilizar ropa y accesorios que ayuden a protegerse”,
complementa.
Por último, la farmacéutica advierte que -a pesar de esto- nunca se debe suspender una terapia
farmacológica y que, si se observa algún tipo de lesión en la piel, se debe consultar
inmediatamente a un médico para confirmar o descartar que ésta se asocie a una reacción por
efecto de algún medicamento.