Polémica por declaraciones de representante salmonero en Magallanes
En una reciente controversia, Carlos Odebret, presidente de la Asociación de Salmonicultores de Magallanes, hizo fuertes declaraciones sobre la influencia de la ONG estadounidense Pew Charitable Trusts en la planificación de la Reserva Kawésqar. Odebret cuestionó la financiación de Pew a la Universidad Austral de Chile (UACH) y la posterior transferencia de fondos a Conaf, sugiriendo una "influencia irregular" en el desarrollo del plan de manejo de la reserva.
Desde la campaña ciudadana "Áreas Protegidas sin Salmoneras" en la Patagonia, la reacción no se hizo esperar. En su cuenta de X, las organizaciones y comunidades costeras manifestaron que Odebret “anda reclamando que ONG extranjera tiene convenios de colaboración con una universidad chilena para el desarrollo de programas del ámbito de la conservación del patrimonio natural”. Según ellos, lo que realmente molesta a Odebret es que estos programas “involucran el ordenamiento y planificación de áreas protegidas de Magallanes”.
La Universidad Austral de Chile respondió a las acusaciones señalando que "la institución ha colaborado con CONAF por décadas, poniendo a disposición sus científicos y capacidades técnicas para resolver múltiples problemas del territorio en el ámbito de la conservación de la naturaleza". Esto refuerza su compromiso con la protección de los ecosistemas patagónicos, un punto crucial en el conflicto.
Las críticas de Odebret también resaltaron la extranjería de Pew, algo que desde la campaña ciudadana "Áreas Protegidas sin Salmoneras" consideran irónico, ya que “de las 5 empresas que confirman su asociación, 4 tienen capitales y control de países extranjeros”. Entre estas se encuentran Blumar, Cermaq, Australis y Multi X, con inversionistas de Alemania, Japón, China y Estados Unidos. El conflicto escaló con la presentación de un documento de 41 páginas por Odebret a la Contraloría, donde hablaba de “la existencia de un posible conflicto de interés y/o eventuales infracciones a los principios de probidad administrativa, imparcialidad y servicialidad”. Sin embargo, desde la campaña ciudadana se destaca la hipocresía en estas acusaciones, recordando que “uno de los controladores de sus asociados es de las ‘familias dueñas del mar’ tras la corrupta ley de pesca, comprobadamente aprobada tras sobornos a parlamentarios”.
El uso de contratos establecidos entre la universidad y Conaf también fue defendido por la comunidad, resaltando que "el amigo Odebret teme que haya ‘influencia en la elaboración de los planes de manejo’". Subrayaron la contradicción en sus quejas considerando sus propias prácticas y vínculos políticos.
La campaña “Áreas Protegidas sin Salmoneras” enfatizó la necesidad de que la industria salmonera abandone las áreas protegidas: “pedimos a la asociación de salmonicultores de Magallanes e industria toda, que entiendan que tienen que salir inmediatamente de los parques nacionales”. La ciudadanía y la opinión pública han podido enterarse del "gigantesco daño que la industria del salmón lleva haciendo décadas en ecosistemas marinos de la Patagonia, en especial en áreas protegidas".
Finalmente, desde la campaña se subrayó la importancia de la nueva Ley De Acuicultura para asegurar que una “industria contaminante no puede estar sobre los equilibrios de la naturaleza, que finalmente nos sostiene a todas y todos”. Concluyeron que el país, la Patagonia y sus habitantes requieren estar a la altura de estos desafíos ambientales.