El trabajo que ha venido desarrollando el Gobierno Regional de Ñuble de la mano con Sercotec en el Valle del Itata ha ido dando frutos interesantes en un territorio de difíciles condiciones, pero que es eminentemente de emprendedores. Y como siempre suele suceder, hay algunos casos más exitosos que otros, historias protagonizadas por ñublensinos que se permitieron soñar y se atrevieron a concretar sus anhelos.
En la comuna de Trehuaco existe una panadería que no sólo entrega un excelente pan, sino también una repostería de lujo. Ahí se puede encontrar el local Luis MasterCandy, de propiedad del empresario Luis Coronado que es un experto en el manejo de la masa y cuyos productos se han vuelto muy codiciados, al punto que incluso recibe periódicas visitas desde Concepción y otras comunas ñublensinas para disfrutar de sus delicias.
“Yo soy de Quirihue, pero mi señora es de Trehuaco. Nosotros nos vinimos a vivir acá, pero yo viajaba a trabajar a Concepción. Un día nos propusimos la idea de hacer una panadería en la comuna y empezamos a buscar donde instalarnos. Nos costó arrendar la propiedad, pero lo logramos. Yo venía haciendo un estudio de mercado en la comuna y sabía que no había nada como lo que hacemos nosotros”, aseguró Luis Coronado, quien acumula una experiencia de más de 20 años trabajando en el rubro de la panadería y pastelería.
El joven empresario agradeció el apoyo recibido de parte del Gore de Ñuble y Sercotec, el que por cierto le permitió adquirir nueva maquinaria para poder satisfacer el paladar de un público que ya está acostumbrado a disfrutar de las exquisitas preparaciones que se preparan en los hornos de Luis MasterCandy.
“Estoy muy agradecido de esta ayuda porque uno está corriendo siempre para avanzar y de esta manera, ya pasamos a caminar y no nos cansamos tanto. Este beneficio nos da un gran impulso porque hemos podido adquirir tecnología para guardar productos como la fruta, quesos y lácteos. No es cosa de sacar dinero para comprar una máquina, así que estamos muy agradecidos”, finalizó mientras sigue preparando nuevas delicias con el sabor artesanal de siempre, ese que agradecen sus fieles clientes en cada bocado.
Dulzura sanicolasina
Más de cuatro años han pasado desde que Carolina Valenzuela, una joven empresaria de la comuna de San Nicolás, decidió instalar una fábrica de tortas que ya es un dato conocido en dicha comuna y tras cinco años de abocarse a entregar estos sabrosos productos por pedido y a domicilio. Todos ya conocen sus delicias, pues hasta desde Chillán se dan el trabajo de ir a visitar Tortas Carolina para llevar al hogar alguna de sus dulces preparaciones en un viaje que siempre vale la pena porque, según dicen, tienen ese sabor casero que siempre se agradece.
“Trabajaba como manipuladora de alimentos, por lo que cumplía con los pedidos en las tardes o los fines de semana. Llegó la pandemia y mi esposo se quedó sin trabajo. Si bien yo seguía trabajando, tenía mucha inestabilidad, así que decidimos formalizarnos. Nosotros somos de la parte rural de San Nicolás y nos vinimos al pueblo a buscar un arriendo. No fue fácil con la pandemia encima, pero tuvimos una muy buena recepción de la comuna y sus alrededores con clientes que vienen de Chillán, Quirihue y San Carlos, por ejemplo”, detalló.
Carolina Valenzuela cuenta que partieron en otro local más alejado, pero desde hace 3 años que están a sólo pasos de la plaza de San Nicolás. Según explica, no es fácil emprender porque el exceso de burocracia a veces le pegaba duro, pero finalmente y tras mucho intentarlo, logró establecerse formalmente para dar paso a lo bueno.
“Hay que tener paciencia y no darse por vencido. Cuesta, pero se puede. Gracias a Dios he tenido harta ayuda, pues este es el segundo proyecto que nos ganamos. Estos beneficios son de gran ayuda y nosotros pudimos mejorar nuestra fachada. La gente nos dice que ahora todo está más lindo, así que si puedo dar un consejo es que hay que atreverse. Hay que buscar redes de apoyo, orientación e investigar mucho sobre los programas. Siempre se puede”, apuntó.