Agricultura
Ñuble | Diguillín | Chillán - Publicado hace 10 dias

Proyecto del laboratorio de Calidad de Frutos de INIA Quilamapu busca optimizar el manejo de cosechas en cerezas de exportación de la región de Ñuble.

Agrícola Proyecto del laboratorio de Calidad de Frutos de INIA Quilamapu busca optimizar el manejo de cosechas en cerezas de exportación de la región de Ñuble.
#8046 | 06 de Septiembre del 2024
Durante los últimos cuatro años, el proyecto “Transferencia-Mejoramiento de la gestión de cosecha en cereza” ha evaluado el efecto de distintos factores que permiten determinar las consecuencias en las características de la fruta según su periodo de recolección y almacenaje.

Chile es uno de los principales exportadores de cereza a nivel mundial, con un volumen superior a las 307 mil toneladas, el equivalente a USD 1.862 millones FOB, lo que representa el 57,8 % del valor total de las exportaciones de fruta fresca del último estudio realizado por la Oficina de Estudios y Políticas Agrarias (ODEPA) en 2023. De esta forma, se ha convertido en un elemento significativo para la economía del país.

Pese a esto, el traslado hasta su destino final de mercado representa un desafío mayor en su etapa de poscosecha, puesto que el fruto debe llegar en óptimas condiciones a China, país que se cataloga como el mayor comprador, con una adquisición superior al 90 % (ODEPA, 2022) de la producción nacional, y se requiere, en promedio, entre 30 y 40 días para el traslado desde los puertos en Chile, periodo en el que las cerezas pueden desarrollar alteraciones y/o enfermedades. Esta situación posiciona al país como el líder a nivel mundial en desarrollo de tecnología en esta área, debido a la necesidad de transportar su producto a mercados distantes.

De esta forma, buscando solucionar esta problemática presentada por la Asociación de Agricultores de Ñuble, surgió el proyecto “Transferencia-Mejoramiento de la gestión de cosecha en cereza”, financiado por el Fondo de Innovación para la Competitividad Regional del Gobierno Regional de Ñuble. Durante los últimos cuatro años, el proyecto se enfocó en determinar el efecto de distintas gestiones de pre y poscosecha sobre la calidad de frutos en diferentes variedades de cereza. Esto con la finalidad de cumplir con los estándares como tamaño, peso y azúcares de la fruta, además de evitar otros desórdenes fisiológicos en la piel y pedicelo. Según el investigador de INIA Quilamapu y coordinador del programa, Cristián Balbontín: “En la percepción de calidad de las cerezas inciden una amplia gama de factores, incluyendo su percepción visual (sin defectos), firmeza, sabor, tamaño y frescura”.

Relacionado a esto, Balbontín participó en la Octava Jornada de Poscosecha, instancia organizada por INIA La Platina y el Centro de Estudios de Postcosecha de la Facultad de Ciencias Agronómicas de la Universidad de Chile, que reúne a empresas exportadoras e investigadores de todo el país. En esta jornada, el investigador de INIA Quilamapu expuso a través de una charla y una presentación en formato de póster, donde abordó el impacto en los parámetros de calidad que pueden verse alterados en el proceso de cosecha y poscosecha. Expresó que “queremos determinar cuál es el efecto en las características de la fruta en las diferentes variedades de cereza en relación a la maduración y tiempo de almacenaje”. Destacó además que en años previos, debido a otros factores como el COVID-19 o la crisis de los contenedores, un gran porcentaje de las exportaciones a China se vieron afectadas, aumentando la duración del periodo de transporte y, en consecuencia, comprometiendo los atributos de estas.

Bajo este contexto, el investigador explica que dentro de las variedades existentes, donde destacan Lapins, Santina, Regina, entre otras, buscan determinar cuáles son más susceptibles a estas afecciones y al ablandamiento, así como cuáles pueden ser más tolerantes, además de observar el comportamiento de la fruta en distintos periodos de cosecha, almacenaje y anaquel, es decir, el momento en el que termina su refrigeración. Balbontín señala que “A diferencia de otros frutales, el periodo de recolección de estas es muy corto, por lo que se debe definir con precisión la fecha de cosecha”.

Adicionalmente, Balbontín destacó que el próximo 26 de septiembre se realizará el seminario de finalización de proyecto en las instalaciones de INIA Quilamapu, en el cual se abordarán todas estas temáticas con mayor profundidad.