Los sefardíes vivieron en la península ibérica durante la Edad Media. Durante siglos, estas comunidades contribuyeron significativamente a la cultura, la economía y la ciencia de la región. Sin embargo, con la Inquisición española (siglo XV) muchos judíos se vieron obligados a convertirse al cristianismo, enfrentar la expulsión o incluso la ejecución. Miles emigraron en busca de refugio en otros países.
En ese contexto, Portugal abrió la puerta para que los descendientes sefardíes regresen a la península, a través de leyes que reconocen la historia de persecución y expulsión de sus ancestros. En 2015 se promulgó la ley 30-A/2015 que establece las condiciones para la naturalización de descendientes de judíos sefardíes. Cualquier persona mayor de edad que pruebe su descendencia sefardí y, por supuesto, no tener antecedentes penales, podría aplicar a la ciudadanía portuguesa. En el caso de Chile, hay un gran porcentaje de la población que podría estar en esta situación por sus ancestros de la época colonial.
Sin embargo, en septiembre de 2022, el gobierno portugués anunció la entrada en vigor del decreto ley 23/2022, que establece nuevos requerimientos para poder obtener la nacionalidad lusa, endureciendo las condiciones. Estos cambios, promulgados recientemente, endurecen las condiciones para poder obtener la ciudadanía, pero, además, ponen punto final a la ley el próximo 31 de diciembre.
Desde AIM Global (https://goaimglobal.com/), firma de movilidad internacional afiliada a Apparcel Uriarte, explican que son dos incisos de este nuevo decreto ley los que dificultan obtener la nacionalidad portuguesa por esta vía:
· Ser dueño o propietario de derechos o bienes en Portugal. Haber heredado por fallecimiento (mortis causa) derechos de propiedad sobre bienes inmuebles, poseer otros derechos personales de disfrute o participaciones en empresas o cooperativas en Portugal; o
· Haber realizado viajes regulares a lo largo de tu vida a Portugal, siempre y cuando estos viajes demuestren una conexión real y duradera con el país.
“Si bien estos nuevos requisitos no son sencillos de cumplir, en la práctica existen algunas alternativas para lograr cumplir con ellos. Además, importante destacar que no es necesario ser judío para solicitar el pasaporte luso, no existe un límite de generaciones al ancestro, solo es necesario poder comprobar de manera concluyente y detallada la línea genealógica. Por lo tanto, un gran porcentaje de la población -alrededor de un 60 - 70% - califican”, dice Matías Apparcel, fundador de AIM Global.
El experto en movilidad internacional dice que “contamos con el apoyo de un genealogista experto, que le permitirá conocer si sus antepasados fueron sefardíes, hasta 10 generaciones atrás. Además, te acompañamos durante todo el proceso; nuestro equipo evalúa caso a caso de manera personalizada, para así poder orientar y atender con una gestión más eficaz a cada uno de nuestros clientes en función de su situación y de sus intereses. Dado el corto tiempo que queda, no dejes de asesorarte para lograr con éxito la solicitud”.